Capítulo 2:a la de tres!!

Abe abria la puerta mientras contaba a cada uno de los alumnos, esperando que no faltase nadie.
-Menxu, no te separes de Francis, porfavor- le pidio Abe a Menxu mientras esta ayudaba a su madre a guiar a los alumnos hacia un aula en concreto
Abe cerró la puerta cuando la última persona había entrado. Duna volvió a contar a cada uno de los alumnos, mientras buscaba a Menxu con la mirada asegurandose de que estaba bien, su preocupación disminuyo cuando vio a su pequeña devolviendole la mirada desde una mesa del aula, sentada junto a Francis en un intento de consolarla.
Al cabo de un rato, cuando el ambiente parecia haberse calmado un poco, Menxu se levantó para ir hacia su madre y su hermano quienes permanecian depie observando.
-mamá- dijo Menxu buscando la total atención de su madre con un tono de voz suave para que solo la escuchase ella.- me preocupa papa. puedo ir abajo?
-ni hablar!- contesto Duna en un tono cortante
-porfavor mama, quiero estar con él, aqui estareis bien, y tú y Abe no podeis ir- replicó Menxu inentando autoconvencerse de que tal vez su madre cederia.
-he dicho que no iras, y menos tú sola- dijo Duna empezando a cabrearse por el hecho de que Menxu pudiese tomar la decisión por si misma. Menxu miró de Abe a Duna y de Duna a Abe, luego miró al resto de los alumnos y resignada, contesto: -esta bien..-
Duna se acerco a Abe, conociendo la impulsividad de su hija, y esperando que faltase a su orden en cualquier momento.
-Abe, no pierdas de vista a tu hermana- le pidió a su hijo sin que nadie se percatase
-esta bien mama- contesto Abe desviando su mirada desde los alumnos de 1º grado hacia su hermana menor.
Menxu se volvio a sentar entre la muchedumbre que rodeaba morbosamente a Francis, mientras esta relataba una y otra vez los hechos que había vivido.
- yo estaba en el salón.. ella estaba.. estaba muy cerca mia.. derepente se fue la luz.. y .. no se fue muy rapido!, cuando la luz volvió yo solo la vi alli tirada! no sabia que hacer!- contaba Francis entre sollozos.
Menxu se hacia la interesada, haciendo como que escuchaba el relato de su compañera. Levantó la mirada para buscar a su madre, quien se encontraba sentada en una mesa hablando con los chicos de 5º grado, parecia estar recopilando informacion. despues desvio la mirada hacia su hermano mayor. el estaba depie junto a la mesa del profesor, y la miraba fijamente, casi sin pestañear.
Al ver la mirada de su hermano fija en ella, desvió rapidamente la mirada hacia Francis, en un intento absurdo de disimular y ocultar sus planes.
Menxu miraba a Francis mientras intentaba idear un plan para escaparse, le preocupaba su padre, y aunque sabía que nadie mejor que él podría defenderse solo, quería saber como estaba. Miro entre toda la gente que se situaba a su alrededor. Se levantó y abrazó a una de sus amigas como aparentando consolarla:
-Naty,a la de tres, desmayate..- le dijo susrrandole en el oido sin que nadie mas que ella lo escuchase
Su amiga, inteligentemente, asintió con la cabeza de manera que solo ella se percatase de que lo habia entendido.
-uno..- comenzo a contar Menxu mientras ambas miraban a Francis
-dos..- notó como Naty se preparaba para la actuación
-TRES!- dijo en un susurro algo mas descarado.
Derepente, su amiga se tiro teatreramente al suelo, pero en un acto muy creible. La gente que antes rodeaba a Francis ahora se arrodillaba y miraba a la chica que se encontraba tendida en el suelo, supuestamente sin conciencia.
Menxu comenzó a dar pasos hacia atras mientras veia como Duna y Abe ansiosamente se abalanzaban con pánico sobre la chica, esperando que no fuese nada grabe. Antes de tres segundos, y sin que nadie se diese cuenta, habia salido del aula y corría escaleras abajo hacia la sala donde estaba su padre.
Abe levanto la mirada intentando abrir espacio mientras Duna intentaba reanimar a la chica.
miró a los alumnos volviendo a contar alzadamente que estuviesen todos. Algo fallaba, pero la presión de la situación le impedia darse cuenta de lo que era.
Volvio a mirar a cada uno de los alumnos.. derepente, el estómago le dio un vuelco:
-mamá..- dijo impulsivamente esperando enrealidad que su madre no lo hubiese escuchado, y que no se diese cuenta de quien faltaba..
-solo ha sido un desmayo, seguro ha sido por el miedo- decia Duna mientras acoplaba a la chica sentada en el suelo, ya despierta.
Abe buscaba con la mirada a su hermana pequeña, cada vez mas impaciente, pues no la encontraba. En el fondo tenía la esperanza de verla de un momento a otro entre alguno de los alumnos. Despues de contar como seis veces, se resigno a afrontar su futuro:
-mamá..- volvio a decir, esta vez voluntariamente pero mirando al suelo y tragando saliva
-estas bien?- preguntaba Duna a la chica sin hacerle caso a su hijo.
-MAMA!!- grito Abe notando como sus pulsaciones se aceleraban.
que?- preguntó Duna mirando a Abe, quien timidamente, giraba su cara para mirarla, con miedo y expectación.
Duna lo miró, y al ver la cara que este tenía sin poder pronunciar palabra, se dio cuenta de lo que pasaba. Se levantó bruscamente y empezó a buscar a su hija: -Menxu!! Menxu!!- gritaba mientras la buscaba con la mirada, pero no la veia, ni contestaba a sus llamadas.
-MENXU!!!- siguio gritando mientras se dirigia hacia la puerta del aula - MENXU!! NO TIENE GRACIAA!! VEEEN AHORA MISMOO!!!
-MENXU!!- su grito se volvía mas desgarrador, el temor invadia su cuerpo por la cruda y repugnante idea de que le pudiera pasar algo a su hija.

Se llevó las manos a la cabeza cuando la desesperaciçon invadió su cuerpo, no podía abandonar el aula, no podía dejar solos a sus alumnos, ni podía pedirle a Abe, por muy responsable y capacitado que fuese, que fuera en busca de su hermana. Miles de ideas se le ocurrían pero ninguna valida, no sabía que hacer para recuperar a su hija.

- Abe!,Lali!,Did!, Rosy! venid aqui!- gritó desesperadamente duna mientras un sudor frio era segregado por cada poro de su cuerpo.-voy a buscar a Menxu, cerrare la puerta, que nadie salga de aqui entendido??

Sabía que era mucha responsabilidad para tansolo alumnos de quinto grado y un solo profesor. pero no podía hacer otra cosa, no podía dejar que su hija vagabundeara sola por la mansioó con el acontecimiento que acababa de pasar, y confiaba plenamente en la capacidad de sus alumnos.